Un cazador celebra su 40 aniversario en la caza abatiendo dos muflones, uno de ellos medalla de oro
El veterano cazador lleva en la caza más de dos tercios de su vida y 33 años en el mundo de la rehala. Ha logrado hacerse con estos dos impresionantes trofeos, uno de ellos medalla de oro, en una montería celebrada en Ciudad Real.
Manuel Domínguez es un cazador onubense de 60 años de edad nacido en Valverde del Camino, localidad situada en la comarca del Andévalo. Hace 33 años fundó su propia rehala a la que bautizó con el nombre Hermanos Campi. Su hijo Manuel y su nieto, también llamado Manuel, han heredado su pasión por la caza y los perros. El benjamín de la saga en septiembre del pasado año fue premiado por la mejor collera de perros, participó en el evento con Fabiola y Ranchero, hembra y macho de 2,5 años, al montero mejor vestido y al mejor toque de caracola en la VII Concentración de Podencos Paterninos celebrada en la localidad de Paterna del Campo.
Además del muflón medalla de oro, los perros agarraron una jabalina.
El muflón de mayor trofeo plantó cara a los perros
En una montería celebrada el pasado miércoles en un coto de Piedrabuena, municipio de la provincia de Ciudad Real, el rehalero abatió a cuchillo estos dos espectaculares machos. La mancha de jaras, brezos y encinas fue batida por seis rehalas. La rehala de los Hermanos Campi fue la primera en ser soltada. Diez minutos después de la suelta, los perros agarraron en la espesura un muflón con un bonito trofeo.
Algunos de los perros de la rehala Hermanos Campi.
Esta no fue la única res capturada por el grupo de perros. Los canes también atraparon una cochina. La hembra dio un buen susto al perrero. En el momento de aproximarse a los canes, la hembra escapó de los perros y le embistió. Por suerte, el cazador resultó ileso del lance. Lo que no esperaba el perrero es que cuando iba a finalizar la montería un muflón con un espectacular trofeo plantara cara a los perros. La osadía del macho le costó la vida, ya que, tras la llegada de toda la rehala, fue agarrado por los canes. Las reses fueron capturadas a pesar de que en la rehala no había perros de presa.
Los rehaleros con algunas de las capturas de la montería. A la derecha, con uno de los muflones cazados a cuchillos durante la montería.
Alba Ruiz Flores
