Inaudito: denuncian a un cazador porque su perro bajó hasta una carretera durante una batida

La cuadrilla Mendizábal ha vivido una situación cuanto menos frustrante e injusta mientras participaba en una batida de jabalí en el coto de Zuñiga (Navarra) el pasado 24 de septiembre.

Uno de los perros, siguiendo un rastro, llegó hasta las inmediaciones de una carretera. Cualquier aficionado a las batidas sabe que se trata de algo habitual, dado que los jabalíes y otras especies cinegéticas a menudo cruzan caminos y carreteras para ir de un lado a otro del monte.

No estaba perdido, estaba cazando

Su propietario cuando vio a través del GPS que el can se dirigía hacia la carretera, fue rápidamente en su búsqueda. Nada más llegar a la ubicación que marcaba el mando, vio que alguien estaba intentando meter a su compañero peludo en un vehículo. Tras hablar con la persona en cuestión, esta devolvió el perro y su dueño lo llevó de nuevo al remolque. Todo parecía ir bien. Sólo lo parecía.

Llega la policía

Cuando el perrero se disponía a volver a la cacería, vio acercarse un coche de la Policía Foral. La patrulla se detuvo frente al cazador y le indicaron que alguien había llamado a la central porque “había un perro en la carretera”. Inmediatamente pidieron al perrero toda la documentación pertinente y este la enseñó. Hasta ahí, todo normal.

Un control de alcoholemia

Acto seguido los agentes decidieron someter al cazador a un control de alcoholemia. Como cabía esperar, el resultado de la prueba fue negativo. Aun así, no les pareció suficiente y registraron el vehículo de arriba abajo. Le preguntaron si estaba drogado, porque estaba muy pálido. El perrero no daba crédito a lo que estaba ocurriendo. Una mañana de caza se había convertido, sin razón alguna, en una especie de operación antidrogas.

Y la denuncia

Tras sacar fotos de la cartilla del perro y de la documentación de su dueño, los agentes le advirtieron que le iban a denunciar. Pese a que el perro estaba en el remolque cuando llegaron, justificaron la sanción con que habían recibido un aviso y su salida costaba dinero, así que lo tenían que denunciar, según palabras del cazador denunciado. Sin indicar cuantía, dar ninguna otra explicación ni dejar tan siquiera una copia de la denuncia al afectado, los agentes se fueron dejando al cazador tremendamente desconcertado.

Las palabras del afectado

Yo fui a recoger a la perra cuando me dio señal el GPS de que estaba bajando hacia una carretera. Vi una furgoneta cargando la perra, hablé con la persona y me la devolvió. La llevé al carro y aparecieron los forales. Después de unos minutos hablando me dijeron que estaba muy pálido, que me harían un control antidrogas. No daba crédito. Lógicamente, dio negativo, pero los agentes seguían tensos. Me dijeron que me tenían que denunciar porque habían recibido un aviso de x personas diciendo que había perros en la carretera.

La cuadrilla traslada su descontento a la Federación Navarra de Caza

La situación vivida por uno de sus compañeros no dejó indiferente al resto de la cuadrilla. La disconformidad, la indignación y la rabia fueron sentimientos generalizados que se intentaron transmitir a la federación de caza autonómica a través de un correo electrónico. Tras relatar lo acontecido, cerraban el mensaje con estas palabras:

“Desde la cuadrilla Mendizábal queremos hacerles llegar nuestra total disconformidad con este tipo de actuaciones. Los perros de caza están trabajando, pero localizados en todo momento y se hace todo lo posible por evitar que salgan a carreteras, aunque no siempre es posible detenerlos a tiempo. Pedimos a la Federación Navarra de Caza que medie e interceda en este asunto con Policía Foral para evitar la denuncia de nuestro compañero, así como futuras actuaciones que puedan ir en la misma línea.”

Tal y como ha contado a este medio el cazador afectado, la federación ha respondido al e-mail y afirma que tomarán cartas en el asunto.