Zeiss LRP S3

La demanda de visores para tiro y caza a larga distancia equipados con mandos y retículas tácticas especiales en primer plano es cada vez mayor en todo el mundo. Y por esta razón Zeiss, cuya especialidad se había centrado hasta ahora en producir inmejorables miras convencionales para caza, ha lazado en muy poco tiempo dos series de visores para tiro y caza a grandes distancias que, aunque tienen nombres y algunas características similares, no deben confundirse porque pertenecen a gamas diferentes.

Por el momento la serie Zeiss LRP S3 está formada por dos visores que se diferencian por los aumentos: LRP S3 4-25x50 y LRP S3 6-36x36.

Efectivamente, Zeiss lanzó en otoño de 2022 la serie de visores LRP S5 que está formada por dos miras de alta gama: 3-18x50 y 5-25x56 equipadas con lentes de fluorita de cristal Schott, entre otras características “premium”, por lo que son muy caras (3.995 y 4.195 euros, respectivamente).

Y en abril de este año amplió su oferta con la serie LRP S3, protagonista de este artículo, que está también formada por dos modelos que son algo más económicos porque están equipados con lentes ED con el fin de que puedan competir en calidad y también en precio con los visores de su clase producidos por otras marcas.

Los LRP S3 se pueden elegir con dos tipos de retículas luminosas diseñadas para larga distancia: ZF-MOAi graduada en MOA y ZF-MRi en miliradianes. Esta última es la que aparece sobre el blanco y la que llevaba el visor probado.

Zeiss LRP S3

En concreto, la nueva serie LRP S3 está formada por las miras LRP S3 4-25x50 y LRP S3 6-36x56, cuyos P.V.P. es 2.495 y de 2.760 euros, respectivamente.

La primera la recomienda Zeiss más para caza desde torreta y para caza en montaña que para caza a grandes distancias. Y por supuesto también para tiro en general.

Y la segunda, al ser más potente y poseer un aumento mínimo de 6x (y por tanto un campo de visión reducido si se utiliza cerca), la recomienda para caza en montaña y caza a larga distancia, así como tiro de precisión y de competición a grandes distancias.

Pero al margen de sus aumentos, lo más importante es que, como vamos a ver a continuación, a ambos visores no les falta de nada que pueda necesitar un tirador o cazador, sobre todo si está acostumbrado a manejar visores de este tipo. Y es que si no lo está al principio le llamará la atención el diseño de sus retículas, pues es muy diferente al que utilizan los visores convencionales, ya que como hemos apuntado están pensadas para que el usuario pueda utilizarlas para hacer rápidamente y con precisión correcciones en altura y en deriva de forma intuitiva y sin tener que actuar sobre los mandos de ajuste y, por esta razón, presentan numerosas subextensiones con referencias de puntería.

Los nuevos Zeiss solo están disponibles con cuerpo para montar con anillas de 34 mm. El visor de la foto es el LRP S3 6-36x56 que se usó en las pruebas.

En concreto, los LRP S3 se pueden adquirir con dos tipos de retículas que se denominan ZF-MOAi y ZF-MRi. La primera está graduada en minutos de ángulo (MOA) y posee una cruz central con subextesiones para altura y deriva y la ZF-MRi lo está en miliradianes y tiene diseño en árbol. Esta última, que es la que equipaba el visor 6-36x56 probado, es especialmente adecuada para las competiciones de PRS y NRL, para las que fue diseñada, pero también proporciona muy buenos resultados en caza a grandes distancias. Y por grandes distancias en caza me refiero a la que sea capaz de llegar el proyectil con energía suficiente para abatir limpiamente el blanco. En tiro se pueden usar para disparar a distancias superiores al kilómetro.

Como todas las miras de la marca, poseen cuerpos muy resistentes (hechos de una pieza de aluminio), que en el caso particular de estos dos modelos son para montar con anillas de 34 mm, que es el diámetro que suelen utilizar la mayoría de las miras modernas diseñadas para tiro o caza a larga distancia porque permiten conseguir rangos de ajuste más amplios que los que tienen tubos de 30 mm.

Poseen ocular de enfoque rápido (+/- 3 dioptrías) provisto de selector de aumentos con apoyo para el dedo pero también se puede usar acoplándole una palanca que se entrega como accesorio.

Poseen ocular de enfoque rápido (+3/-3 dioptrías) y selector de aumentos que se puede girar cómodamente con la mano porque posee apoyo para el dedo o bien con la ayuda de una palanca que se entrega como accesorio y que presenta la particularidad de que se puede roscar en el selector en tres posiciones diferentes, al gusto del usuario.

También están equipados con mando central para anular el error de paralaje entre 10 metros e infinito en el caso de los visores de 6-36x y entre 15 m e infinito en los 4-25x, en el que solo se indican la distancia mínima y la de infinito porque Zeiss considera que sin marcas de distancias intermedias la corrección del paralaje es más precisa.

La palanca para cambiar el aumento se puede enroscar en cualquiera de los tres orificios que tiene el selector de aumentos, según convenga al usuario. Los orificios están tapados por un embellecedor que hay que retirar previamente con la llave Torx que se suministra con el visor.

La unidad de iluminación tiene indicador de batería baja y permite iluminar la sección central de la retícula con dos colores: rojo (R) y verde (G) con cinco niveles de intensidad cada color. Funciona con una pila CR 2032.

Los mandos son torretas sobredimensionadas y antideslizantes para que se puedan manejar rápidamente con las manos. Corrigen por click el punto de impacto a razón de 0,1 MRAD (1 cm a 100 metros) o bien ¼ MOA (0,7 cm a 100 metros), según el tipo de retícula que monte, y ambos proporcionan rangos de ajuste en altura a 100 m muy grandes:

• 46,5 miliradianes/160 MOA en el LRP S3 4-25x50.
• 32 miliradianes/110 MOA en el LRP 6-36x56.

Además, la torreta de altura está equipada con “Zeiss Ballistic Stop”, que permite ponerla a cero tras realizar el ajuste, y la de deriva se puede bloquear y reposicionar a cero.

La sección central de la retícula se puede iluminar en color rojo o verde con cinco niveles de intensidad cada color y tiene posiciones intermedias de desconexión. Detrás de la unidad de iluminación va montado el mando para anular el error de paralaje.

Nítidos y resistentes

Por otro lado, y como no podía ser de otro modo tratándose de productos Zeiss, los LRP S3 están equipados con lentes de cristal de extra-baja dispersión (ED) multi-revestidas (con el famoso tratamiento Zeiss T*) que consiguen una transmisión total de la luz del 90 por ciento, por lo que Zeiss afirma (y yo estoy completamente de acuerdo porque lo he comprobado) que “proporcionan un rendimiento óptico avanzado”.

Y, por supuesto, están diseñados para que resistan el retroceso de todo tipo de calibres y se puedan usar con malas condiciones meteorológicas y en ambientes polvorientos porque son impermeables y, como sucede con todos los visores modernos de la marca, las lentes exteriores están protegidas con LotuTec y, por tanto, repelen el agua y la suciedad.

Cabe añadir que se suministran en estuche Zeiss con tapas para el ocular y objetivo, palanca para el anillo de los aumentos, llave para desmontar las torretas y montar la palanca, paño de limpieza y documentación.

Y también que, pese a que se trata de visores potentes, no son muy grandes ni tampoco muy pesados. Así, el modelo 4-25x50 mide 340 mm y 1.040 gramos. Y el 6-36x56 mide 384 mm y pesa 1.107, por lo que éste último, aunque no se trata de un visor ligero ni se puede calificar de compacto, tampoco se puede considerar que es muy grande ni pesado comparado con los visores de su clase e incluso con los más potentes de caza. Por ejemplo, un Zeiss V8 4,8-35x60 con tubo de 34 mm pesa unos 100 gramos menos, pero es más largo (399 mm y 995 g).

Torretas del visor probado. Como se aprecia en las imágenes corrigen 0,1 MRAD por click porque estaba equipado con la retícula ZF-MR1. En los dos modelos, la de elevación posee Ballisctic Stop (sistema Zeiss de bloqueo del cero) y la de deriva se puede bloquear en cualquier ajuste y reposicionar a cero.

Pruebas

Para poder comprobar de primera mano las características y calidad de la nueva serie Zeiss LRP S3, monté un visor nuevo 6-36x56 (que es la mira más potente que fabrica Zeiss pues tiene un aumento más que el V8 4,8-35x) en un veterano Blaser R93 calibre .257 Weatherby Magnum utilizando una montura original Blaser compatible.

Usé este modelo de rifle porque más adelante un compañero de esta página lo iba a usar para cazar corzos con cartuchos Norma “Whitet il” cargados con bala SP de 100 grains, que lógicamente también son los que utilicé para ponerlo a tiro.

El LRP S3 6-36x56 se probó en un Blaser R93, por lo que previamente se tuvo que montar en el arma y luego poner a tiro a 100 metros.

Ya en la galería y tras probar “en seco” con diversos aumentos, decidí disparar con 30x, con los que podía apuntar de forma estable y con precisión, viendo perfectamente definido el parche blanco de 20 mm que utilizo como referencia. Perfectamente definido y muy grande, por lo que con estos aumentos regulé el visor sin grandes problemas salvo por el hecho de que un disparo impactó más bajo de lo previsto debido a que la retícula tiene tantos puntos de referencia que seguramente no apunté con el del centro.

Cambié de blanco y terminé la puesta a tiro dejando el punto de impacto 2,5 centímetros alto para que se pudiera utilizar en caza a más de 150 metros sin tener que tocar la regulación de las torretas. Hasta casi 200 metros, pues según la tabla balística de Norma para que haga blanco a esta distancia tendría que impactar a 100 m 3,7 cm alto.

Blanco final conseguido con tres disparos de Norma .257 Weatherby Magnun 100 grains SP. Los impactos están altos 2,5 cm para que se pueda utilizar el arma a más de 150 m sin tener que realizar ajustes. Un centímetro (1 click) más alto y haría “cero” a unos 200 metros.

Una vez en casa, bloqueé con este ajuste la torreta de altura usando su mecanismo de bloqueo Ballistic Stop, operación que Zeiss recomienda que se haga en el campo de tiro para poder comprobar después de bloquearla el punto de impacto. Sin embargo, yo lo hice en casa porque para bloquear el cero hay que desmontar totalmente la retícula y retirar tres tornillos que en el campo se pueden perder. Además, aunque después de ajustar el cero varias veces te aprendes de memoria el procedimiento y termina por no parecerte complicado, la primera vez tienes necesariamente que leer y seguir las instrucciones con calma.

Con el sistema Zeiss Ballistic Stop se puede poner a cero la torreta de elevación tras poner a tiro el rifle. Siguiendo las instrucciones no es difícil conseguirlo, pero hay que prestar atención para no perder ningún componente de la torreta porque para poder acceder al Ballistic Stop (que es la pieza que lleva marcados triángulos de color blanco) hay que desmontar el dial y para ello hay que retirar completamente los tres tornillos que lo fijan a la torreta. Una vez conseguido el bloqueo del cero, es recomendable comprobar el punto de impacto.

En resumen, un visor nítido y con unos mandos de ajuste precisos como era de esperar teniendo en cuenta que es un Zeiss, que a diferencia de los visores convencionales de caza está equipado con una retícula con la que se puede compensar el punto de impacto y disparar con precisión rápido cerca y lejos pero que, sin embargo, es necesario aprender a utilizarla y, antes de disparar, comprobar muy bien que está apuntando con la referencia de puntería que necesita. En caso contrario, es preferible corregir utilizando los mandos.

Texto y fotos: Juan Francisco París