Un encuentro de jóvenes cazadores en Cataluña y 54 jabalíes abatidos en una zona de daños a la agricultura

La jornada fue un rotundo éxito tanto por el número de cazadores que allí se congregaron como por el resultado de la cacería. Al finalizar la batida, el plantel de reses abatidas fue de 54 cochinos.

Jóvenes cazadores catalanes luchan por mantener vivas las tradiciones

Eloy Carbonés, cazador que pertenece a la colla de Sant Hilari Sacalm, municipio de la provincia de Gerona, situado en la comarca de la Selva, actúa como portavoz del grupo de cazadores.

"El sábado fue un día que todos los cazadores que nos reunimos en la localidad gerundense de Santa Cristina d'Aro, situada en la comarca del Bajo Ampurdán, difícilmente podremos olvidar. Nuestro objetivo era vivir una jornada de convivencia y controlar la población de jabalíes de la zona. El trabajo que realizamos los organizadores durante meses dio sus frutos, a tenor del número de cazadores de diferentes puntos de Cataluña que acudieron a nuestra llamada como por el resultado final de la batida.

Hemos estado mucho tiempo promocionando el evento y acondicionado la mancha. Se han pasado muchas horas sobre el terreno, buscando los lugares idóneos para cada parada, pensando los puntos de suelta de cada rehala y haciendo todos los trámites correspondientes entre otras tareas".

Crónica de la batida de jabalíes que reunió a más de 100 jóvenes cazadores catalanes

"A las 6:00 horas nos reunimos en el punto de encuentro. Algunos de los monteros y rehaleros tuvieron que recorrer una larga distancia para participar en la convivencia. La emoción estaba a flor de piel entre los presentes. Con este encuentro estábamos demostrando al resto de la sociedad que el futuro de la caza está garantizado y que somos muchos cazadores y cazadoras los que estamos luchando por mantener vivas las tradiciones que nos legaron nuestros padres. Tras degustar un suculento desayuno, realizamos el reparto de los puestos.

Sin perder mucho tiempo, salieron cada una de las armadas para ubicarse en la mancha. Dado el gran número de cochinos que poblaban el coto, antes de procederse a la suelta de los perros ya se habían abatido dos jabalíes. Cuando se soltaron los más de 200 perros de las 15 rehalas que participaron se oían ladrar y disparos en todos los puntos del terreno a batir. Deseamos resaltar el gran trabajo de los perreros y perreras, gracias a ellos se abatieron 54 cochinos.

Una vez finalizada la cacería, degustamos un arroz con carne de ciervo elaborado por los integrantes de la colla d'en Panxo. Con este encuentro hemos podido demostrar que la caza tiene futuro entre los chicos y chicas más jóvenes, y que juntos se pueden hacer cosas grandes e increíbles como esta".

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